Nuestra práctica diaria de la Obstetricia está condicionada por múltiples factores que desincentivan no solamente a los jóvenes en formación, sino también a aquellos con muchos años de ejercicio y bien ganado prestigio.
Es una realidad que hoy tenemos que trabajar “a la defensiva” para cubrirnos de reclamos judiciales, indicar estudios de laboratorio y de imágenes “a pedido” a riesgo de perder pacientes si no lo hacemos.