Evitar trae sus consecuencias
Agradeciendo la oportunidad de redactar este Editorial para la Revista FASGO quisiera referirme a la educación en línea, también conocida como educación a distancia o e-learning.
Cuando era pequeño, en la época del mundial del 78, haciendo honor a mi origen rioplatense, leía las revistas como Anteojito, Patoruzú, y otras. Recuerdo que su contratapa venía publicidad sobre “Estudie a Distancia”. Ofrecían cursos de fotografías, dactilografía, idiomas, hasta profesiones técnicas como electricistas, sanitarios, etc. Había que recortar una parte de la revista y enviarla por correo a una dirección que venía. Cuando lo consultaba con los mayores me hacían señales que no era algo muy confiable. Claro no se concebía la educación sino se iba físicamente a un lugar a estudiar.
Hoy, a más de 40 años de aquella situación todo es distinto. Ya no quedan instituciones de prestigio, incluidas las principales Universidades en el mundo que no brinden este tipo de educación y formación para profesionales, técnicos y público en general.