Conocimiento y Actitudes sobre Violencia hacia la Mujer
Investigadoras:
Mg. Stella Garrido, Lic. Victoria Salas.
Introducción Metodológica
El trabajo de campo, el procesamiento y análisis de los datos se llevó a cabo durante el segundo trimestre del año 2024 por Psicólogas con experticia en la problemática y tiene como punto de partida el interés del Comité de Violencia hacia la Mujer de la Federación Argentina de Sociedades de Ginecología y Obstetricia de la República Argentina (en adelante Comité VM-FASGO), por conocer entre sus afiliados/as, la apreciación de esta problemática con vistas a realizar un espacio de diálogo y propuestas en el Congreso de la FASGO-2024.
Para alcanzar este objetivo se eligió un diseño de investigación de carácter descriptivo y exploratorio, con una metodología de enfoque mixto (cualitativo y cuantitativo). La recolección de datos se realizó mediante una encuesta semiestructurada conteniendo preguntas principales abiertas y cerradas sobre seis variables. Debido a la necesidad de profundizar sobre cuatro de ellas (1, 2, 3, 6,) se incorporó, a estas, 1 o más preguntas subsidiarias.
La técnica de recolección mencionada se implementó en los afiliados/as de las Sociedades de la FASGO, de las 24 jurisdicciones del país, a través de la plataforma digital Google Forms. Concluyendo con una muestra de 399 respondientes que consintieron participar en la investigación aportando la información requerida. Excepto la provincia de Tierra del Fuego.
El total de respuestas procesadas fueron 3990 para el total de las variables: 1.- Caracterización de la Violencia hacia la Mujer (en adelante VM) como problema de Salud Pública (en adelante SP). 2.- Atención del problema en consulta ginecológica y Signos detectados. 3.- Medidas que se toman. 4.- Interés por recibir capacitación desde FASGO. 5.- Momento de la trayectoria educativa en la que se debería recibir formación. 6.- Habilidades necesarias para el cuidado de la Salud Sexual y Reproductiva de las mujeres (en adelante, SSyR). En cada una de ellas se distribuyen el siguiente número de respuestas:
Nº Respuestas |
Variable 1 |
Variable 2 |
Variable 3 |
Variable 4 |
Variable 5 |
Variable 6 |
399 |
399 |
399 |
1197 |
399 |
1197 |
Se agruparon las respuestas provinciales por Regiones Sanitarias; dado el bajo valor absoluto obtenido por provincia se las trabajó en términos de porcentaje a los efectos de establecer comparaciones y tendencias. Lo cualitativo se trabajó metodológicamente desde el Análisis del discurso, teniendo como marco referencial la Psicologia Social Critica.
Cabe señalar que el propósito del Comité de VM - FASGO con este estudio, es llegar a establecer para su afiliados/as estrategias de acompañamiento que fortalezcan los conocimientos y practicas desarrollados para afrontar esta compleja problemática.
El Informe se estructura con un apartado de Análisis y Resultados y otro apartado de Conclusiones y Recomendaciones.
Análisis y Resultados
1. Población y muestra
La FASGO tiene por objetivo principal la búsqueda de excelencia científica y el bienestar profesional de sus asociados, a través de los ocho Comités Académicos, entre los cuales se encuentra el Comité VM. La población de afiliados de FASGO se caracteriza por ser medico/as que ejercen su profesión en Ginecología y Obstétrica y pueden ser socios pasivos o activos en sus respectiva Sociedades.
A continuación, se puede observar en el siguiente grafico el número y distribución porcentual de los respondientes, según Sociedad provincial.
Gráfico 1
Como ya se dijera la provincia de Tierra del Fuego no hubo ningún respondiente. Otro señalamiento a realizar tiene que ver con el término respondiente, por tal entendemos toda persona capacitada que en forma empática y solidaria decide participar, en este caso, en la investigación sobre conocimiento, actitudes y practicas implementadas en la atención de las mujeres que han sufrido una alteración de la integridad física y/o mental y/o social por parte de su pareja.
De acuerdo a los datos registrados se puede observar una gran disparidad en el número de médicos/medicas que participaron de la convocatoria, por otro lado al carecer de información sobre el número de afiliados por provincia, se ha tomado la decisión de trabajar los valores absolutos en términos porcentuales a fin de evaluar las respuestas obtenidas en cada variable en relación con el total de las dimensiones que representan los objetivos específicos de investigación y en un segundo momento organizar los valores provinciales en las respectivas regiones sanitarias para leer semejanzas y diferencias respecto de los objetivos del presente estudio.
Teniendo en cuenta lo señalado en el párrafo anterior y a fin de caracterizar la muestra con la que se trabajó, comenzaremos por transcribir los valores en términos porcentuales de los respondientes por Región Sanitaría en los siguientes cuadros y en cada uno de ellos se puede observar las relaciones porcentuales de a) respondientes de cada región respecto al total general y b) de cada provincia respecto de su región sanitaria.
Cuadro 1.- Porcentaje de respondientes por Región Sanitaria
El orden de presentación de los cuadros tiene por criterio el porcentaje de mayor a menor de respuestas obtenidas. Como puede observarse, la Región Centro representa el 41.1% del total de respondientes del país y el 48.9% se distribuye entre las 4 regiones restantes.
Al interior de cada una ellas se puede observar el porcentaje de participación de cada provincia. No resulta sorprendente que la provincia de Buenos Aires obtenga un numero de respondientes significativamente superior al resto del país. Respecto de la segunda en participación es la Región NOA y esto podrá estar indicando un interés por la problemática para tener en cuenta. Al interior de esta Región es significativo el porcentaje de respuestas de las provincias de La Rioja y Tucumán. También lo es el comportamiento de la provincia de Neuquén en la Región Sur por el número de participantes, y la provincia de Tierra del Fuego por su nula participación. Al interior de la Región Cuyo es significativa la participación de afiliados de la provincia de San Juan y de la provincia de Chaco en la Región NEA.
2. Análisis de la Dimensiones
En primer lugar, explicitaremos en que consiste la técnica de análisis. Como ya dijera, desde un enfoque cuantitativo se realiza una descripción porcentual de las respuestas para cada una de las seis dimensiones. La expresión cualitativa de las mismas se analiza desde la técnica de Análisis del Discurso que tiene por soporte teórico el estudio del lenguaje desde la Psicologia Social Critica. Es necesario explicitar que los elementos que estructuran el lenguaje, sea este cotidiano o científico, pueden dar cuenta de relaciones que implícitas o latentes definen nuestro posicionamiento; es decir pensamos, sentimos y hacemos respecto de un tema en particular de acuerdo con la matriz de aprendizaje que fue configurando nuestra subjetividad tanto a nivel individual como social en relación con nuestros grupos de pertenencia.
Acotamos que de las 3990 respuestas se seleccionan aquellas que por sus elementos distintivos mejor representan los sentidos del discurso para cada una de las dimensiones en estudio. Cuando esos sentidos comienzan a repetirse en las respuestas que se van analizando se las va descartando por saturación de la categoría o núcleo de sentido en análisis. Finamente, las respuestas que quedan seleccionadas conforman un muestreo teórico que al ser analizado nos permitirá comprender y explicar el discurso dominante en el cual se integran conocimientos, opiniones, valoraciones y prácticas profesionales de los respondientes en torno a la violencia hacia la mujer y su atención por parte de los profesionales médicos en Salud Sexual y Reproductiva que consintieron en participar de este estudio.
El marco referencial que sustenta el estudio, como se explicitara es la Psicologia Social Critica incorporando la perspectiva de género y el procedimiento metodológico es el Análisis del Discurso de los respondientes para cada una de las seis dimensiones que operan como objetivos específicos de investigación.
2.1. La VM como problema de Salud Pública (SP)
El análisis de esta dimensión deviene de preguntar si la VM es considerada un problema de la Salud Pública. En primer lugar, se trabajará con las respuestas afirmativas por Región Sanitaria, destacando el rasgo más significativo de estas.
Cuadro 2.- La violencia hacia la mujer es un problema de salud pública, respondientes según R. Sanitaria
El 85.7% (n=342) del total de respondientes (N=399) afirman que se trata de un problema de salud pública. Del total antes mencionado solo 264 (77.2%) respondientes fundamentan su respuesta. De estos, el 39.3% se concentra en señalar que se trata de un problema social que impacta sobre el sector salud por la magnitud del daño que provoca en las mujeres, afectando a la persona por lesiones de índole físicas y psicológicas un 30.3% de los respondientes las perciben dañadas bio-psico y socialmente. Y, en cualquier caso, la violencia ejercida limitaría las posibilidades de la mujer de ejercer sus derechos de autocuidado, de desempeño social y de bregar por un bienestar con calidad.
Cabe reiterar que los respondientes tienden a percibir la VM como un problema que daña de manera holística a la persona y a las personas de su entorno inmediato; 24 participantes en la investigación explicitaron más de un tipo de daño, incidiendo a más de 100% el porcentaje total. También resulta de interés señalar que la totalidad de los respondientes de 8 sociedades provinciales coinciden en señalar que la VM por parte de la pareja es un problema de SP, estas son: Catamarca, Chubut, Córdoba, Corrientes, Jujuy, Misiones, Salta, Santa Cruz.
A continuación, y más allá de la lectura general del cuadro que numéricamente enfatiza los núcleos de sentido predominantes en la relación VM y Salud Publica, veremos como desde el análisis cualitativo los rasgos de sentidos o significados distintivos de esos núcleos nos permite explicar los conocimientos, opiniones y valoraciones que sustentan las respuestas dadas a la primera pregunta del estudio. A modo de evidencia se transcriben las voces seleccionadas por develar explicita e implícitamente el posicionamiento de los respondientes respecto a dicha dimensión en los tres núcleos de sentido detectados.
Acotamos que lo enunciado en el párrafo anterior será el procedimiento adoptado para presentar los resultados obtenidos para cada una de las seis dimensiones en estudio. Pasaremos al análisis de las razones que implícitamente fundamentan o sostienen la idea o pensamiento de por qué la VM es un problema de SP.
2.1.1 La VM resulta un problema de salud pública porque:
Enferma
En general los respondientes, como puede observarse en el cuadro 1 el (39.1%), identifican y significan a la VM como un factor de índole social que se ejerce en instancia privada y enferma. Las tres primeras columnas dan cuenta de los tipos de daños que ocasionan y comprometen al sector salud y en particular a los profesionales de la medicina dedicados a la atención de la mujer. Reconocen que la atención de este problema conlleva a un proceso critico de la atención por: la magnitud creciente del fenómeno, por el daño que produce a nivel físico, psíquico y social por las secuelas que se expresan con morbilidades variadas, cronificadas y con elevadas tasas de mortalidad por femicidio, suicidio. Sin dejar de mencionar el impacto percibido sobre la salud del grupo familiar, específicamente, referido al aprendizaje de comportamientos violentos que los niños y adolescentes pueden replicar en las interacciones sociales y con consecuencias delictivas a futura.
En síntesis, la VM es percibida y significada como un problema claramente ajeno a la medicina, pero con responsabilidades en el sector debido a la morbilidad y mortalidad que ocasiona; lo cual los/las involucra, necesariamente, en la atención de la Salud Sexual, Salud Reproductiva y Salud Neonatal de las mujeres que la padecen.
Voces
“Ninguna violencia es buena y nos afecta como sociedad a todos sin diferencia de clase social” (Misiones)
“La violencia contra la mujer, si bien es del ámbito privado, al afectar la salud integral de la mujer, termina siendo indirecta un problema se salud pública” (E. Ríos)
“El primer paso es entenderla como un problema de salud pública ya que, si bien es ejercida de un individuo a otro, esta violencia conlleva afectación de los grupos familiares y sociales. (Santa Fe)
“Claramente, la violencia física ejercida pone en riesgo de vida y hay que sumarle la violencia psicológica que inhibe su proceder y decisiones en muchos aspectos” (Bs As)
“Es un problema por el número de femicidios y el alto porcentaje de violencia intradomiciliaria” (CABA)
“Epidemiológicamente es alta, ocasiona enfermedades crónicas, autoinmunes de difícil manejo, incluso adicciones varias y depresión, y repercute en la descendencia ocasionando trauma y problemas de vínculos que ocasionan incluso muertes de personas jóvenes” (Córdoba)
“La violencia tiene implicancia en todos los controles de salud que debiera realizar la mujer y que por ser sometida a violencia no los realiza, lo que pone en riesgo su salud: embarazos de riesgo, cáncer de cuello, etc. (La Rioja)
“Porque incide directamente en la salud sexual, reproductiva y neonatal” (S. del Estero)
2.1.2 La VM resulta un problema de SP porque es:
Política de Estado
El problema de la VM por ser un problema de género es social y cultural, de magnitud creciente con impacto negativo para el conjunto de la sociedad, por eso resulta una política de Estado que debería estar comprometiendo a todos los sectores de la organización social formalmente institucionalizados en el tema. Los respondientes perciben que los más importante en la relación SP y VM, es la articulación multisectorial, fundamentalmente con: educación, cultura, justicia.
Si bien todos reconocen que la SP tiene por mandato político la búsqueda del bien común, en relación con la VM algunos perciben que esta problemática, por su complejidad, les excede y “hacen lo que pueden”. De allí que sostengan en sus discursos que la VM es un trabajo multisectorial, la violencia de género es responsabilidad no solo de los profesionales de la salud. En tanto funcionarios públicos los profesionales de todos los sectores deben actuar desde los distintos saberes requeridos a fin de obtener una solución para superar el daño personal y social que provoca; otros agregan que, además, es necesario transformar esta sociedad “aún machista”.
Voces
“Vivimos aún en una sociedad machista y la VM es una de las consecuencias” (Córdoba)
“Creo que los violentos lo son por una cuestión cultural, y la educación en ese sentido es parte de la salud pública. Mientras no haya una política que involucre a todos seguirá habiendo violentos” (Cba)
“Es responsabilidad del Estado el bienestar y la definición de salud involucra lo social, familiar, económico. Además, la VM conlleva a otros tipos de abuso en sus ciudadanos/as que no van al sector”. (Bs As)
“El acceso a la salud pública puede significar la única oportunidad de la paciente para conseguir ayuda para salir de su entorno violento” … “Como funcionarios públicos debemos garantizar los derechos de las mujeres” (E. Ríos)
“Es un problema de salud pública porque el médico es un eslabón entre la paciente y la ayuda pública que también otros deben otorgar para cambiar la situación”. (Corrientes)
“Porque no sólo afecta el ámbito privado de la mujer, sino también a todas las esferas públicas, como salud, educación, crianza, etc.” (Catamarca)
“El sistema de salud ayuda en la pesquisa de la violencia de género, y se la ve frecuentemente en la consulta, en las guardias saturadas de pacientes víctimas de violencia”. (CABA)
“la VM requiere abordaje con políticas de prevención y promoción como cualquier otra patología prevalente”
“La salud pública posee herramientas para el manejo social, físico y psicológico de la persona afectada por la violencia”. debe ser abordado integralmente por el sector, con otras disciplinas” (Chaco).
2.1.3 La VM resulta un problema de SP porque:
Vulnera
Importa en este apartado tener en cuenta que la violencia en general y en particular la de género es, en base a la producción académica de los estudios sobre el patriarcado junto a los de la Psicología Social Critica, ampliamente difundida por organismos internacionales y en forma sostenida a partir de la década del 80 del pasado siglo. Como toda producción de investigación científica su socialización es lenta y se podría decir que recientemente se comienza a visibilizar esta problemática cultural que incide psicológicamente en la conformación de nuestra subjetividad singular y colectiva acerca de cómo ser hombres y mujeres y de cómo relacionarnos. Y en este proceso el Estado es el que debe facilitar y garantizar que no siga reproduciéndose la cultura patriarcal por cuanto esta instala una visión de poder autoritaria y un ejercicio violento para sostener la continuidad de relaciones asimétricas en la conformación de las masculinidades y feminidades.
Esta visibilización ha llevado a consolidar los planteamientos de los movimientos de mujeres para demandar políticas públicas a nivel global que fueron traducidos en pactos internacionales y , en nuestro país toma rango constitucional a partir de la Reforma de la Constitución/1994 (art.75, inc 22) expresándose en particular en las siguientes leyes: Ley Nº23.179/1994; Ley Nº24633/1996; Ley Nº26.485/2009; Ley N.º27.499/2018, esta última denominada Ley Micaela es de capacitación obligatoria en género para todas las personas que integran los tres poderes del Estado y la reciente Ley Nº27696/2022 que incorpora al PMO un protocolo para el abordaje integral de personas víctimas de violencia de genero. Se espera que ellas y los decretos reglamentarios posibiliten revertir la relación asimétrica entre géneros, sostenida con violencia de distintos tipos, a fin de posibilitar el desarrollo humano con calidad. Sin embargo, esto aún no estaría ocurriendo si nos atenemos a los dichos de los profesionales que participan de este estudio.
La percepción de que la VM afecta el desarrollo humano de las mujeres y el de sus hijos ya lo vimos expresado en el tercio (30.3%) de los respondientes cuando señalan que se atiende el problema en el sector salud porque es una Política Pública que implica una mirada integral y un trabajo intersectorial. Pero, hay otro tercio (39.3%, última columna del Cuadro 2) que advierte que en el daño social también participa el Estado al no tener mecanismos consolidados que garanticen el cumplimiento efectivo de evitar y erradicar este comportamiento.
Voces
“Es un problema ya que influye no tan solo en la persona que recibe violencia, tiene también consecuencias en los hijos de esta, y esto repercute indirectamente en la comunidad la violencia es una enfermedad social que directa o indirectamente afecta a individuos, familias y comunidad”. (Tucumán)
“…se debe poder detectar a tiempo situaciones de vulnerabilidad y dar aviso a salud pública para que tome las medidas pertinentes. Es un problema transversal… (la Rioja)
“Es una realidad visible y lamentable y de la que no hay seguridad para quien denuncia. Como funcionarios públicos debemos garantizar los derechos de las mujeres, pero vemos en la realidad que no es así” (E. Ríos)
La violencia económica entra cuando a una paciente que no trabaja no puede acceder a comprar el método anticonceptivo que desea cuando tiene obra social (S. Juan)
Generalmente se encuentra en los niveles sociales más bajos y el estado debe garantizar el derecho de todas las mujeres a recibir atención ante violencia de género (S. Fe)
“El daño físico y el psicológico de la mujer afectan su salud, su rendimiento laboral y su conducta” (Córdoba)
“La violencia ejercida hacia la mujer la pone en un lugar de vulnerabilidad social, económica, emocional y por supuesto como consecuencia de su salud en general” (S. Juan)
Hace años que sostenemos que la desigualdad es un problema de salud prevalente de la mujer, que afecta no solo en lo personal sino desde lo académico, docente y social es decir en todos los ámbitos de actuación de la mujer (Bs As)
"La violencia doméstica es muy frecuente y está encubierta por la misma víctima, por varios motivos, entre ellos la dependencia económica, temor a mayor agresión (muerte) o por sus hijos y esto nos excede y deben existir organismos de control y de denuncia” (S. Luis)
“Porque la violencia genera alteraciones en la salud de la mujer graves y en muchos casos irreversibles, y por otro lado la violencia se naturaliza y transforma una sociedad sana en patológica…” (Corrientes)
Es una violación a los derechos humanos de las mujeres, y puede afectar negativamente la salud física, mental, sexual y reproductiva de las mujeres por lo cual debe ser abordada desde una perspectiva multisectorial para mejorar la respuesta de los servicios de salud. (Chubut)
En síntesis, encontramos para la dimensión relación entre Violencia hacia la Mujer y Salud Publica tres ejes o núcleos de sentido que articulan los discursos de los/las respondientes: La VM por parte de su pareja es un problema de SP porque enferma, porque vulnera socialmente la salud de todos, y el Estado debería generar los mecanismos para que el problema no se reproduzca.
2.1.4.- La VM no es un problema de Salud Pública (SP)
Los 57 respondientes que consideran que la VM no es un problema de SP (14.3%), se distribuyen entre 15 sociedades provinciales. De esos respondientes, 16 de ellos no justifican lo afirmado, al respecto podría suponerse que no estarían dispuestos/as a explicitar lo que podría considerarse “políticamente incorrecto”.
En total quedan 41 respuestas negativas para el análisis, y estas se distribuyen entre las siguientes sociedades provinciales: Bs. As, CABA, Entre Ríos, Santa Fe, Mendoza, San juan, San Luis, Chaco, Formosa, La Rioja, S del estero, Tucumán, Rio Negro, La Pampa, Neuquén.
Cuadro 3.- La VM no es un problema de SP, respondientes según R. Sanitaria N=41
Otra cuestión para tener en cuenta es que la referencia a la VM como problema de instancia privada es poco significativa en relación con el reconocimiento de su origen social y repercusión individual o de su origen privado con repercusión social.
A continuación, y más allá de la lectura general del cuadro que numéricamente enfatiza los dos núcleos de sentido antes mencionados, pasaremos a explicitar los rasgos de sentidos o significados distintivos de esos núcleos y que nos permite explicar los conocimientos, opiniones y valoraciones que sustentan las respuestas dadas. A modo de evidencia se transcriben las voces seleccionadas por develar explicita e implícitamente el posicionamiento de los respondientes respecto a esta dimensión y sus respectivas subdimensiones.
Problema Social con repercusión individual
Voces
¿Con qué criterio es un problema de salud pública y no un problema privado debidamente atendido por la justicia? ¿Cómo diferenciar qué es un problema de salud pública o no? ¿Por el lobby del grupo interesado? La violencia hacia la mujer es un problema muy serio, que debe tener un tratamiento multidisciplinario, con repercusiones graves en la vida personal y familiar. La justicia en la República Argentina ha desarrollado mecanismos para la intervención y el cuidado de las víctimas. (Tucumán)
Es un problema cultural y la respuesta no está en el sector público (San Juan)
A mi entender es un problema social y sobre todo cultural, también es problema de la justicia (S del Estero)
Es social, tendríamos que volver a fortalecer vínculos y educación desde la familia (S. Fe)
Es socio cultural. El sector salud solo debe manejar trastornos y enfermedades (S. Luis)
No hay políticas de salud para abordar la violencia como fenómeno social (S. Juan)
Es sociológico y es tanto de hombres como mujeres (Bs As)
Me parece que hay más mujeres violentas en el sentido de que explotan a sus maridos cuando son divorciadas y no dejan ver a los hijos o lo infieles que son durante el matrimonio. Y además lo mal que hablan del su esposo o ex ante amigas y en sociedad, eso sí lo veo en el consultorio. Y ese tipo de abuso nadie habla y tiene mala prensa hablar de eso (E. Ríos)
Es más, un problema social que puede llegar a ser problema de salud tanto pública como privada. (Neuquén)
Es un problema socio-cultural que impacta en la justicia (La Pampa)
La agresión no tiene género y corresponde a la justicia intervenir. (La Rioja)
Es producto de una sociedad machista, y no creo que sea solo un problema "de" salud pública sino "para" la salud pública (La Rioja)
El origen es multifactorial, de la genética, educación, sociedad, seguridad, etc. (CABA)
Creo, que es más un problema de desarrollo y bienestar social. (CABA)
Es un problema histórico de seguridad, dadas las tasas de reincidencia. Solo atañe a la Salud Publica en cuanto a la detección, diagnóstico y denuncia oportunas. La mejor política contra la violencia de género es una fuerza de seguridad entrenada respaldada por una justicia eficaz, no "garantista". (Bs As)
Problema individual con repercusión social
Voces
Es una problemática de índole privada y que debe ser respondida por seguridad (S Juan)
Es una problemática individual de orden multidisciplinaria de salud, justicia, educación, servicio social (R. Negro)
Es un problema policial (Tucumán)
La violencia de género no es privativa de salud pública, se observa en distintos estamentos sociales y repercute en todos. (Neuquén)
Es un problema de valores que afectan socialmente. (La Rioja)
Es un problema de pareja que puede ser atendida por la salud (Formosa)
Es un delito y por lo tanto es del ámbito de la seguridad ciudadana. Comparable al de la violencia en espectáculos deportivos o violencia al volante. (E. Ríos)
Habitualmente se da en mujeres sometidas y de bajos recursos y los problemas impactan directamente en indicadores de salud pública, esto también ocurre en el sector privado de la salud. (Chaco)
Es un inconveniente de educación y respeto por otro. (CABA)
Es un problema de Educación General, de estabilidad del núcleo familiar, de tener principios claros de lo que está bien y está mal y eso se da también en entornos bien constituidos. Partamos desde ahí. (Chaco)
Problema que se atiende tanto en el consultorio de gestión estatal como en el consultorio de gestión privada
Esta posición es independiente de si se percibe que la VM es de origen socio-cultural que afecta individualmente la salud o si es un problema de mal comportamiento individual y de algunos grupos de la sociedad que tiene impacto social por daños a terceros. El sentido que domina en este tipo de respuesta es el lugar de atención o de consulta y desde allí se percibe que el problema no es solo de atención en consultorios de gestión del estado.
Voces
No es del sector público porque se reciben pacientes en ambos sectores, público y en consultorio privados (S. Fe).
La atención de la salud femenina debe abordarse en forma integral tanto por la salud pública como privada y en todos los sectores sociales (Mendoza)
Es un hecho privado creo que no importa si la salud es pública o privada (E. Ríos)
En síntesis, los respondientes que niegan la incumbencia de la salud publica en relación con el problema de la violencia hacia la mujer, justifican su posición señalando que es un problema de instancia privada de individuos o grupos sociales de origen socio-cultural carenciados de valores, y esto puede darse independientemente de la posición económica. Por lo expresado su atención involucra directamente a la justicia. O sea, explícitamente es una carencia de valores y educación “no hay respeto por el otro” y ello conduce a comportamientos delictivos que debe dirimir la Justicia. Lo que llega al sector salud es la repercusión individual del problema que solo compromete un tratamiento físico o psicológico porque excede al campo de soluciones desde la medicina.
2.- Recepción de VM en consultorio y tipos identificados
En relación con esta dimensión, según lo referido por el total de los respondientes (N=399), la mayoría de ellos (N=350) han recibido mujeres que padecen de violencia y en menor cantidad (n= 49) expresan que en sus consultorios no han tenido que asistir a mujeres violentadas por sus parejas, lo expresado se describe en el siguiente cuadro.
Cuadro 4.- Recepción de VM en consultorio y tipos identificados a través de signos, según R. Sanitaria. N=399
Iniciaremos el análisis de esta dimensión con las respuestas dadas por los profesionales que dicen
Recibir VM en consulta
El 87,7% de los/las respondientes afirman atender en consultorio a mujeres violentadas por su pareja e identifican en ellas más de un signo de violencia, como puede observarse en el cuadro 4. Sus respuestas han dado lugar a clasificarlas en cinco categorías, cuatro de ellas tipifican los tipos de violencia ejercidos contra ellas y en la última columna del cuadro se incorpora la presencia de la pareja de la víctima como signo a considerar por el comportamiento violento de éste con la mujer durante la consulta. Este signo resulta interesante a destacar por cuanto un grupo pequeño pero significativo (4.7%) de respondientes lo identifican de ese modo.
A continuación, pasaremos a explicitar los rasgos de sentidos o significados distintivos de esta dimensión que nos permite explicar los conocimientos, opiniones y valoraciones que sustentan las respuestas dadas. Se recuerda que, del conjunto de expresiones relacionadas con el tema en cuestión, solo se seleccionan las más representativas del conjunto, en este caso para cada tipificación de daño o combinación de éstos.
Voces
Porque acuden a la consulta muchas veces con otros motivos, pero a veces no son conscientes de la violencia psicológica, económica o sexual que padecen y que nosotros podemos detectar y posibilitar que se explayen (S. del Estero)
Porque responden lo justo y necesario, con la mirada hacia abajo, no acuden a la cita programada, presentan signos de estrés, no aumentan de peso, no hacen los estudios ni controles correspondientes. (Jujuy)
Por el llanto fácil. Lesiones sospechosas. Respuestas erráticas a la defensiva, nerviosismo, angustia, depresión (Neuquén)
Su timidez, su miedo a contestar algunas preguntas, actitud sumisa, asustada, sobre todo cuando se hace preguntas de convivencia, también cuando hay dependencia económica y multiparidad. (Chaco).
“…o se queja de su pareja constantemente hasta que se le pregunta y ofrece la información. O cuando se dan indicaciones sobre tratamientos, controles que dicen no poder hacer por no contar con el apoyo o no poder cambiar hábitos o conductas en su casa por su pareja. (E, Ríos)
Por los golpes propiamente dichos, cuando son muy retraídas, no toman decisiones simples, también por la actitud sumisa cuando no fija la mirada o la baja cuando le pregunto algo relacionado a la violencia” (Sta. Cruz)
Por los signos físicos: golpes, rasguños, hematomas en distintas zonas corporales en rostro, vulva, hombro. Y sobre todo violencia psíquica que aparece en la anamnesis (la Rioja)
Es común que la paciente que padece de violencia sexual sufra de dispareunia sienta malestar en la revisación ginecológica, imposibilidad de especuloscopía (CABA)
Relatan con mucha vergüenza que las obligan a mantener relaciones sexuales, aunque no tengan ganas, que evitan salir del baño solo tapada con toalla o con ropa interior únicamente porque se interpreta que van a tener sexo, las acusan de infidelidad para golpearlas. (Córdoba)
“…por no usar ningún anticonceptivo a pesar de no querer embarazarse, disfunciones sexuales, ITS, no tener iniciativa propia, querer acceder a una IVE y tener que hacerlo sola, ocultando” (E. Ríos)
Labilidad e inestabilidad emocional, baja autoestima, enfermedades asociadas a déficit inmunológico, signos físicos: lesiones, hematomas, etc. (Bs As)
Responde el violento las preguntas, no valida sus sentimientos, son mujeres que postergan decisiones en el tratamiento, en la elección del MAC, hasta aprobación del otro” (Catamarca)
"El marido siempre entraba al consultorio, ella hablaba poco, presentaba hematomas y aducían a golpes por accidentes domésticos. (La Pampa)
Es difícil lograr que escuchen, por miedo muchas veces, y cuando no se puede lograr evitar el vínculo con el violento, ya sea por hijos en común, por convivencia, por falta de medios económicos. La violencia económica es tan grave como las otras causas (E. Ríos)
En síntesis, lo expresado por los/las profesionales en la subdimensión analizada dan cuenta que los signos más orientativos y sobre todo confirmatorios de hechos de VM físicos, sexuales y económicos son signos de orden psicológico. Estos se detectan a través de las dificultades de la mujer violentada para establecer un diálogo fluido con el/la profesional, caracterizado por el silencio culposo, la narrativa evasiva. Por lo general, esta dificultad de expresión se acompañaría de actitudes de sumisión, baja autoestima, las emociones poco o nada reguladas como el llanto fácil, la tristeza, la angustia y la depresión. Se señalan también las conductas de apego que conllevan a la dependencia emocional y económica, impidiéndoles tomar decisiones sobre el cuidado del propio cuerpo como la elección de MAC para evitar embarazos no deseados, solicitar la IVE, realizar los tratamientos y controles de salud prescriptos y programados. Finalmente, otro signo y no de menor importancia refiere a la presencia de la pareja agresora en el espacio de consulta, cuando él habla por la mujer suplantándola en el dialogo con él o la profesional, dejando clara evidencia del ejercicio del poder sobre un cuerpo que le pertenece.
A continuación, desarrollaremos el análisis de la otra subdimensión conformada por los que dicen no recibir en consulta mujeres violentadas por sus parejas. Esta resulta de interés no tanto por en número de respuestas dadas sino por las significaciones que tienen las expresiones enunciadas por los profesionales.
No recibir VM en consulta
Solo el 12.3% de los respondientes totales (N=399) afirman nunca haber tenido mujeres que consultaran por VM o que ellos pudieran haberla detectado. Entre los que dicen no recibir VM, (N= 49), encontramos 4 respuestas que pertenecen a profesionales que, si acuerdan con la idea de que la VM es un problema de SP, que saben identificar signos, pero no sabrían qué hacer en esa situación.
Las 45 restantes son respuestas de profesionales que no acuerdan que la VM sea un problema de la SP, sin embargo, 34 de estos profesionales atiende en consulta a mujeres víctimas de violencia por parte de sus parejas y saben identificar signos, aunque no los puedan nombrar con la misma precisión que los profesionales que si reconocen la VM como un problema de SP.
Cuadro 5.- Respondientes que consideran que la VM no es un problema de SP y recibieron consultas de VM
Sanitarias. N= 45
Es evidente la contradicción cuando este grupo que considera que la VM no es un problema de SP afirman, en un momento del relevamiento de la información, que no “ven VM en la consulta” y sin embargo un 75.6% de los respondientes identifican “el problema” en las mujeres que llegan a consulta y les brindan la posibilidad de relatarlo e intentan sugerir una posible salida, como veremos cuando pasemos al análisis de la tercera dimensión de este estudio.
Recapitulando, en esta segunda dimensión explicitamos datos cuantitativos y cualitativos alrededor de dos subdimensiones: a) reciben consultas de mujeres que padecen de VM por parte de sus parejas, b) saben identificar los signos. Ambas subdimensiones obtuvieron puntajes altos en la mayoría de los respondientes, 96.2% entre los que si acuerdan que la VM es un problema de SP y los que no acuerdan con esta postura. Mas del 100% de los respondientes que si atienden identifican más de un signo de violencia durante la consulta.
2.3.- Conocimiento acerca de los procedimientos a aplicar en la atención de VM
En esta dimensión se les preguntó a todos los respondientes (N=399) si, independientemente de que atiendan o no en consultorio casos de VM, saben cómo afrontar esa situación. El siguiente cuadro da cuenta de las respuestas cuantificadas al respecto.
Cuadro 6.- Total de respondientes que manifiestan como afrontan la situación de VIF en consulta. N=399
A continuación, pasaremos a desarrollar los sentidos que dichos números distribuidos, en esas categorías de análisis, representan cualitativamente.
Saben cómo actuar ante la VM
Según los datos registrados la mayoría (71.4 %) de los respondientes saben qué hacer cuando, en consulta, deben asistir a mujeres que padecen de violencia por parte de la pareja. Esos saberes se enuncian en las siguientes expresiones y muchas de ellas tienen características de respuesta múltiple.
Voces
En primer lugar, le transmito confianza, escucha, tiempo y aseguro la confidencialidad, solicito participación de psicóloga y asesoro sobre dirección y teléfonos de lugares a donde recurrir Hasta una vez acompañe personalmente a la comisaría. (Tucumán)
Por lo general suelo indagar más y preguntar si hay abuso físico. Muchas veces es si o se esquiva la respuesta. Suelo contar con una asistente social, pero a veces nada se puede hacer, sobre todo cuando es la pareja quien aporta el dinero para la canasta básica familiar” (Bs As)
Solo tratar de que la paciente acuda a la denuncia cuando hay agresión física y creer que luego se seguirá un protocolo de contención psicológica, ayuda y resguardo de la integridad. (S. del Estero)
Se conversa y así trato de identificar si la persona comprende los tipos de violencia, se ofrece apoyo interdisciplinario, por lo menos del lugar donde trabajo (S. Fe)
Trato de que la paciente lo cuente, lo asuma y vaya a la justicia por sus propios medios y siga lo que le digan. (S. Cruz)
Las situaciones que viví solo pude: contener, asesorar para que denuncie a su abusador. La mayoría son mayores de edad y está en su voluntad de hacerlo. Escucharlas y ofrecer mi servicios para ayudarlas si ellas deciden denunciar. Contactar con un profesional de salud mental para su terapia, son mujeres que perdieron su autoestima y la seguridad de poder solas. (S. Luis)
Se solicita estudios en la guardia para demorarla e interconsulta con servicio de violencia de género. Se trata de no demostrar interés ni comentar ni magnificar el tema, pero se trata de hacer sentir confortable a la víctima para que no pida el alta voluntaria hasta que llegue la especialista de turno de esa área”. (Salta)
El hospital local tiene un centro de atención a la víctimas de violencia familiar que atiende la urgencia y realiza seguimiento y grupos de ayuda y contactamos en estos casos. (R. Negro)
Escucha activa, respeto. No culpar y promover derechos y consentimiento informado. Buscar red de apoyo interdisciplinario. (Neuquén)
Tener empatía, brindar un entorno seguro y confidencial, validar sus sentimientos, ofrecer apoyo y opciones, documentar en la historia clínica, seguir protocolos institucionales”. (La rioja)
Tenemos un número gratuito al cual llamar Y también contamos con la participación de servicio social que interviene en caso de violencia de género” (Jujuy)
No saben cómo actuar
Del 28.6% (N=114) de los respondientes que dicen no saber cómo se procede, mencionados en el cuadro anterior, 69 respondientes estarían incluidos en la categoría de los que afirman que la VM por parte de la pareja es un problema de SP y 45 respondientes de los dicen que no es un problema de SP. A continuación, transcribimos la expresiones de los 69 respondientes que conforman nuestro muestreo cualitativo de los expresan no saber cómo actuar y opinan que la VM por parte de la pareja es un problema de salud pública.
Voces
Fuera de aconsejar, es difícil el manejo, es además un problema social (Tucumán)
Tengo intenciones de formarme al respecto porque son situaciones avasallantes (S. del Estero)
No sé el alcance de aspectos legales, y secreto profesional en historia clínica y consultorio (S. del Estero)
Es difícil ya que no se cuenta con equipos multidisciplinarios ni protocolos (S. Fe)
Es complejo hacer lectura de las parejas en una consulta (S. Cruz)
Pero no estoy conforme siento que podría hacer más, una cosa es solucionar una lesión, pero siento que me falta conocimiento (S. Juan)
No existen canales REALES para denunciar estas situaciones. (Salta)
Desconozco si hay algún organismo a quien remitir a la mujer (Neuquén)
No es fácil y no tengo formación (L Pampa)
No, porque no se logra articular con organismos multidisciplinarios (Jujuy)
No está articulado en la institución que hacer en estos casos (E. Ríos)
Solo se el accionar como médico (Corrientes)
No se recibe formación para el abordaje de esta problemática en ninguna instancia de la formación desde la carrera de grado hasta el ejercicio profesional. (Córdoba)
No sé, supongo que me pondría en contacto con la comisaría de la mujer o con alguna fiscalía (Chubut)
No sé cómo abordar y si realmente puede generar algún cambio. Además, las consultas son tan cortas que no se puede abordar un tema tan largo (CABA)
Nuevamente, es un delito de instancia privada. Uno puede cumplir con los protocolos del hospital, pero la ayuda hacia la mujer vulnerada no es suficiente. (Bs As)
No sé, realmente desconozco muchas de las leyes al respecto y como debería ser el manejo en salud frente a una situación de violencia de genero (Bs As)
A continuación, pasaremos a analizar cualitativamente la expresiones de la submuestra de los respondientes que opinan que la VM no es un problema de SP
Cuadro 7.- Respondientes que manifiestan como afrontan la situación de VIF en consulta. N=45
Saben cómo actuar, aunque consideren que la VM no es un problema de SP
Según los datos registrados el 75.6 % de los respondientes de esta submuestra saben qué hacer “intuitivamente” o “lógicamente” cuando, en consulta, deben asistir a mujeres que padecen de violencia por parte de la pareja. Esos saberes se enuncian en las siguientes expresiones y muchas de ellas también tienen características de respuesta múltiple.
Voces
Le ofrezco asesoramiento. No sé si podría denunciarlo como profesional. (Bs As)
Es difícil de abordar. Le sugiero consultas por los canales que tiene nuestro medio, aunque no se si son efectivos. (CABA)
No tengo una formación sólida, hago lo que me dicta la lógica y lo que busco de información sobre el tema (Chaco)
Supongo que me pondría en contacto con la comisaría de la mujer o con alguna fiscalía” (Chubut)
No sé qué se puede hacer nada mientras esté la pareja presente todo el tiempo (Córdoba)
Yo trato de hablar, convencer de buscar ayuda. Derivo a consultar en área género (E. Ríos)
Mas allá de charlar, y apoyarla, no, porque por lo general es una persona que no puede salir de ese círculo violento sin otra ayuda (Jujuy)
Soy médico. Debo atender las consecuencias físicas de la violencia, contener y cuidar de la paciente, tratarla con empatía y derivarla a otros profesionales de otras ramas para su atención integral (Tc)
Solo tratar de que la paciente acuda a la denuncia cuando hay agresión física y creo que luego se seguiria un protocolo de contención psicológica,ayuda y resguardo por su seguridad (S. del Estero)
En síntesis, podemos concluir diciendo que, tanto los que piensan que la VM por parte de la pareja en un problema de SP como los que piensan que es un problema socio cultural, tienen en común la actitud de ayudar con los propios recursos disponibles a partir de empatizar con la mujer que atraviesa una situación de alta fragilidad emocional, física, sexual, económica. Esos recursos son, más que todo, habilidades que humanizan la relación para dar cabida a la contención del padecimiento psíquico.
La diferencia entre unos y otros profesionales es los que los primeros luego de contenerlas apelan a los recursos que saben o creen que las políticas públicas de violencia de genero implementan para la solución del problema: redes internas (con o sin protocolos) de derivación en los propios efectores de salud, y/o derivan a las redes externas (con mayor o ninguna certeza de efectividad) compuesta con organismos de seguridad y justicia. Los segundos no contarían con esos recursos ya sea porque no saben cómo funcionan ya sea porque desconfían de la efectividad de estos por cuanto se percibe que el problema sigue y empeora.
Cabe destacar que respecto de los que en general NO saben que hacer obtuvimos algunos hallazgos en el modo de pensar, valorar y actuar de los respondientes que en cierto modo dan continuidad a lo que acabamos de sintetizar.
Reiteramos, no se obtuvieron diferencias significativas entre el desconocimiento que dicen tener los que adhieren a la idea de que la VM por parte de la pareja es un problema de SP como los que piensan que es un problema de instancia privada y de origen socio cultural. En cualquier caso, se reconoce que es un problema muy complejo que “avasalla” cuando uno se enfrente con él.
El eje del desconocimiento no siempre estaría en un mismo lugar. Al respecto tenemos aquellos que hacen hincapié en la falta de formación sobre violencia de género, en no saber a qué organismos derivar, no saber las leyes que deben tenerse en cuenta en la práctica, no saber si existen protocolos de actuación y de articulación. Por otro lado, se acentúa más que desconocimiento sobre la violencia de género la incertidumbre de no poder saber si los distintos organismos creados para la atención de esta problemática “realmente” funcionan y si en estas condiciones es posible lograr un cambio socio cultural ya que se sabe que la actuación solo desde el campo de la medicina “no es suficiente”.
2.4. y 2.5. - Expectativas sobre la capacitación desde FASGO y opiniones respecto del momento de la formación académica que este saber debería impartirse.
Las preguntas sobre oferta de formación y momento académico ideal para recibir formación o capacitación sobre violencia de género se trabajan de manera conjunta en este apartado por cuanto ambas preguntas apuntan al mismo objetivo investigativo: conocer las expectativas de formación y/o capacitación de los profesionales abocados a la atención de los problemas que afectan la salud de la mujer.
Cuadro 8.- Total de respondientes sobre ofertas y expectativas de formación en violencia de genero. N=399
Antes de interpretar los datos cuantitativos de este Cuadro amerita que definíamos el sentido que le damos a los conceptos formación y capacitación. El primero tiene por objetivo brindar conocimientos y competencias más generales, el segundo desarrolla las habilidades específicas para una práctica concreta. Y ambos están presentes en los enunciados de los profesionales de ginecología y obstetricia que consintieron participar en el estudio, ellos dan cuenta de sus saberes y habilidades y/o de las carencias que perciben al momento de abordar casos de VM por parte de la pareja.
A los respondientes se les preguntó si querían recibir formación desde FASGO en violencia de género, casi el 95 % de los respondientes aceptaron la idea. No sorprende el resultado obtenido por cuanto suponemos que al ir respondiendo la encuesta fueron movilizándose una serie de inquietudes en relación con la problemática que, como advirtiéramos, en todo momento se la visualizo como de gran complejidad desde la formación médica.
Si sorprende el menor número de respuestas dadas cuando se les pregunta por cual sería el momento oportuno de realizar académicamente este aprendizaje. Puede observarse que el 83% de los respondientes señalan que sería oportuno durante la formación de grado, un 67.2% cuando cursan la residencia, un 54,4% cuando cursan la especialización y el mismo porcentaje en relación con cualquier otro momento, entendido que esta expresión refiere a la posibilidad de hacer un posgrado cuando se siente la necesidad. O sea, hay un porcentaje del 17% al 54,4% de respondientes que no estarían interesados en una formación académica respecto al tema.
Por último, con relación a la necesidad de formación, por los porcentajes obtenidos y por el contenido expresado en términos motivacionales, se puede concluir que los respondientes sienten que la oportunidad de recibir formación en violencia de genero se ubica durante la formación de grado. Y es de mayor interés una capacitación corta que, por un lado, no entre en conflicto con los tiempos laborales, y por otro que brinde herramientas concretas para optimizar lo que se viene realizando en la consulta. Es desde esta expectativa que cobra sentido el alto porcentaje de respondientes que se sentirían atraídos por una oferta de capacitación proveniente de FASGO.
En sintesis, se puede señalar que los respondientes, en general, pueden identificar los signos de VM, aun cuando no se hayan encontrado con esta problemática en consultorio. Los respondientes involucrados en la atencion de VM “denuncian” implicita y explicitamente que no en todos los efectores de salud cuentan con protocolos claros de actuación, ni todos los organismos a los que se derivan a las mujeres que padecen de violencia dan respuesta al problema. Una mayoria de respondientes expresan que en ningun momento de la carrera o de la practica medica han recibido formacion para afrontar este tipo de problemática calificada como “dificil” por su complejidad y que excede a los saberes de la medicina.
2.6. –Habilidades profesionales requeridas para promover la Salud Sexual y Reproductiva de la mujer
En primer lugar, cabe hacer referencias teóricas respecto de las habilidades. Estas son reconocidas como capacidades o aptitudes psicosociales desarrolladas a través del conocimiento y la práctica y se manifiestan en el cumplimiento competente, en términos de efectividad y eficacia, de la tarea emprendida.
Es posible encontrar varias definiciones, pero lo común a todas ellas es como se las caracteriza:
- Las habilidades sociales son conductas aprendidas, socialmente aceptadas y que, a su vez, posibilitan la interacción con los demás.
- Son conductas instrumentales necesarias para alcanzar una meta de manera competente.
- En ellas se unen aspectos observables y no observables , de naturaleza cognitiva, afectiva y conductual.
- La evaluación, interpretación y entrenamiento de las habilidades sociales debe estar en consonancia con el contexto social.
A continuación, pasaremos a describir cuales son las principales habilidades que los respondientes identifican que los hacen o harían competentes en la asistencia del cuidado y promoción de la salud sexual y reproductiva de las mujeres.
Cuadro 9.- Total de respondientes sobre habilidades que poseen y sobre habilidades que desearían adquirir para promover la SSyR. N=399
El análisis de esta última dimensión del estudio nos informa, desde los datos numéricamente registrados, que la mayoría casi el 90% de los respondientes, opina que se requiere de habilidades específicas para ser competentes en el cuidado de la salud sexual y reproductiva de las mujeres.
De las habilidades mencionadas, como se puede observar en el cuadro 9, es la empatía la que presenta una mayor frecuencia (68%) respecto de la escucha activa (56%) y el dialogo o la comunicación (36%). La empatía es apreciada como una cualidad clave para la comprensión de la mujer en situación de violencia por parte de su pareja y también lo es para generar un ambiente amigable a través de una escucha activa y para lograr una conversación o dialogo sobre algo tan doloroso que se trata de ocultar. Esta secuencia de sentido puede leerse a partir de las respuestas múltiples cuantificadas.
Mas allá de esta construcción lógica, en el análisis de las expresiones cualitativas enunciadas por los 357 respondientes, surge la demanda especifica de habilidades para optimizar el desempeño profesional en el cuidado de la salud de la mujer, en los siguientes términos, representativos, del conjunto:
Saber identificar o captar la problemática - Saber escuchar - Saber preguntar en la anamnesis como cualquier otro antecedente. Saber ser empática – Saber contener - Saber tener paciencia – Saber ser comprensiva – Saber brindar confianza generando un ambiente amigable, darse tiempo - Ser creíble dando información veraz - Saber comunicarse, no prejuzgar ni dar por sentado nada – Saber comunicarse asertivamente - Saber dialogar, “dar lugar a hablar de eso, no dejarlo pasar”- Saber trabajar articuladamente, en equipo interdisciplinario.
Cabe mencionar que además de referirse a las habilidades, en una cantidad semejante de respuestas los profesionales participantes, reiteran la necesidad de adquirir conocimiento. A continuación, se transcriben los contenidos más representativos y en ellos se pueden distinguir tres ejes de preocupación para ser competentes en la promoción de la calidad de la SSyR de la mujer.
Relación Médico-Paciente
Conocer la manera de actuar ante situación de violencia: como se detectan los signos, donde acudir, denunciar, a quien llamar.
Conocer cómo hacer consejería para adolescentes
Conocer las raigambres culturales de la población asistida para entender el contexto familiar.
Conocer sobre las herramientas disponibles para encarar la situación, como ayudarla a comunicar su problema
Conocer cómo se detecta oportunamente el abuso sexual y como se la protege
Conocer acerca de educación sexual integral: MAC, ACO, ILE/IVE y su correcta indicación
Relación interdisciplinaria y multisectorial
Conocer dónde se deriva, cuáles son los centros de ayuda
Conocer sobre el trabajo multidisciplinario frente a estas situaciones
Conocer cómo se trabaja interdisciplinariamente, como articular con Salud Mental
Conocer si corresponde hacer la denuncia de oficio en casos de violencia de genero
Relación Ley y Praxis médica
Conocer cómo se realiza el examen médico legal correctamente
Conocer la salud reproductiva como un derecho básico esencial
Conocer derechos sexuales y reproductivos desde el punto de vista legal y respetarlos
Conocimiento de las leyes que protegen a la mujer y al profesional de salud
Conocer cuál es la responsabilidad civil que le cabe al profesional
Conocer cómo se resguarda a la víctima y como se resguarda el secreto profesional
Conocer la ley Micaela
Con el propósito de:
Contar con los recursos necesarios para el cumplimiento de los objetivos y metas propuestas, con la monitorización y evaluación permanente de logro de los objetivos a alcanzar (S. del Estero)
Contar con procedimientos claros como en Uruguay, Chile y Brasil: 1. DETECTAR A LA VICTIMA
- ACTIVAR EL PROTOCOLO PARA VIOLENCIA DE GENERO 3. SEPARAR A LA VICTIMA DEL AMBIENTE TOXICO DONDE ESTA EL AGRESOR 4. DEFINIR UN LUGAR SEGURO PARA LOS HIJOS DE LA VICTIMA EN CASO DE QUE SEA MADRE. (Salta)
Para concluir con el análisis de los datos, recogidos para esta dimensión, vamos a analizar e interpretar los enunciados de los respondientes (10.5%), registrados en la última columna del Cuadro 9, que creen que no se requiere aprender habilidades.
Cuadro 10.- Total de respondientes sobre habilidades que poseen y sobre habilidades que no desearían adquirir para promover la SSyR. N=399
Se considera que no por ser numéricamente poco relevantes, dejan de ser significativos, por el contrario, es representativo de un conjunto de profesionales que piensan, valoran y actúan que “ya lo saben” o porque actúan desde una “concepción estrictamente biologicista” de la persona o porque “las habilidades son innatas” y no se aprenden. En cualquier caso, no resultaría atractiva una propuesta de aprendizaje continuo; habrá que considerar como y desde donde es posible acercarlos a una propuesta más integradora del ser humano en sus aspectos bio-psico-social y en la consideración de que el aprendizaje continuo es necesario porque los contextos sociales se transforman.
Conclusiones y Recomendaciones
Retomando el interés del Comité de Violencia hacia la Mujer de la Federación Argentina de Sociedades de Ginecología y Obstetricia de la República Argentina, por conocer entre sus afiliados/as, la apreciación de esta problemática con vistas a realizar un espacio de diálogo y propuestas en el Congreso de la FASGO-2024, podemos concluir que la participación comprometida de los respondiente de 23 Sociedades provinciales han brindado la oportunidad de contar con un diagnóstico aproximado de las realidades que los respondientes viven al momento de brindar atención a las mujeres que padecen de violencia de distintos tipos por parte de la pareja.
En términos generales se identifica la VM como un problema social que impacta sobre el sector salud por la magnitud del daño que provoca en las mujeres, afectando a esta con lesiones de índole físicas, psicológicas, económicas y sociales.
Resulta un problema de SP porque enferma, vulnera socialmente la salud de todos, y por ello el Estado es quien debe generar los mecanismos para que el problema, originado socio-culturalmente, no se reproduzca. Lo que llega al sector salud es la repercusión individual del problema socio cultural y político que excede al campo de soluciones desde la esfera de actuación médica.
Un hallazgo significativo es que hay coincidencia entre los respondientes en detectar signos de VM por parte de la pareja a través del discurso evasivo de la mujer, de las actitudes temerosas, de emociones no reguladas, de conductas resistentes al cuidado de la salud y de la presencia insidiosa del hombre en la consulta.
Los profesionales, participes del estudio, cuentan para afrontar esta problemática con habilidades como la empatía, la escucha activa, el dialogo contenedor que humaniza la relación médico-paciente y así sienten que son eficaces porque dan cabida a la contención del padecimiento psíquico y pueden asesorar; aunque en este último punto no se sienten seguros.
O sea, no se sienten cómodos con solo ejecutar estas habilidades puesto que perciben que hay mandatos jurídico-legales que los colocan en riesgo de mala praxis y de riesgo involuntario para con la mujer, por ello demandan contar con herramientas que les permitan cumplir el cuidado de las mujeres con confianza y con redes de contención para la mujer y para sí.
Al respecto hacen hincapié en la falta de formación sobre violencia de género, en no saber a qué organismos derivar, no saber las leyes que deben tenerse en cuenta en la práctica, no saber si existen protocolos de actuación y de articulación interdisciplinar al interior de los efectores de salud y al exterior con organismos multisectoriales que continúen con la atención de la VM porque solo con la medicina “no es suficiente” para responder a un problema complejo que requiere de la conjunción de múltiples saberes y practicas intersectoriales.
Teniendo presente que los respondientes demandan formación y capacitación y vivencian positivamente la idea de recibir lo demandado por parte de la FASGO, se recomienda tener en cuenta los tres ejes alrededor de los cuales se aglutinan una serie de contenidos que desean incorporar, a los fines de elaborar una estrategia de enseñanza-aprendizaje integral e integrada en lo posible con ejemplos de buenas prácticas.
Al respecto sugerimos no solo considerar como teórico la Perspectiva de Género, el Derecho al Desarrollo sin Violencia para garantizar la calidad de la Salud Sexual y Reproductiva de las mujeres, sino también tener presente las Políticas de Salud Publica en el marco de la Agenda de Salud Sostenible para las Américas 2018-2030 (ASSA2030. OPS/OMS).
1. Instituto de Virología “Dr. J. M. Vanella”, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional de Córdoba.
2. Cátedra de Clínica Pediátrica, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional de Córdoba.