Editorial
Nuestra práctica diaria de la Obstetricia está condicionada por múltiples factores que desincentivan no solamente a los jóvenes en formación, sino también a aquellos con muchos años de ejercicio y bien ganado prestigio.
Es una realidad que hoy tenemos que trabajar “a la defensiva” para cubrirnos de reclamos judiciales, indicar estudios de laboratorio y de imágenes “a pedido” a riesgo de perder pacientes si no lo hacemos.
Además, ahora se accede en tiempo real a ensayos clínicos de fármacos y procedimientos de diagnóstico que muestran beneficios, pero dentro de un marco riguroso de selección de la población y procesamiento de los datos. El problema radica en que no siempre son directamente trasladables a las pacientes que asistimos.
El incesante incremento de la tasa de cesáreas, en buena parte atribuible a no respetar los tiempos fisiológicos del trabajo de parto, podría asociarse a que tanto los médicos como las obstétricas deben atender un mayor número de pacientes para compensar los honorarios insuficientes que perciben.
Este presente poco alentador requiere un cambio de paradigma:
Retribución por calidad y no por cantidad.
Uno de las herramientas con las que contamos para avanzar hacia esa meta es el proceso de certificación periódica, que incorpora una "evaluación del aprendizaje" independiente y validada para determinar que el diplomado tiene el conocimiento, el juicio y las habilidades para brindar atención segura y eficaz al paciente de forma independiente. Lograr la certificación asegura a la profesión y al público que un diplomado cumple con los estándares de la especialidad.
Las actividades profesionales confiables (APROC) –entrustable professional activities– se han convertido en un tema de actualidad en los programas de educación médica basados en competencias en diferentes países y han sido objeto de centenares de publicaciones en pocos años.
Las APROC son las unidades de actividades profesionales confiables que constituyen lo que los médicos hacen en su trabajo diario reemplazando el modelo según el cual, en un tiempo determinado, se debía llegar de forma automática a obtener una licencia para ejercer, en lugar de realizar una evaluación rigurosa de las competencias adquiridas.
FASGO en el marco de su planificación estratégica, está trabajando en las APROC para actualizar el marco de referencia para la formación de Residentes y también para aplicarlo a futuro en la certificación inicial o de renovación de los especialistas, consciente que su prestigio institucional y reconocimiento a nivel nacional e internacional contribuirá a que los nuevos paradigmas sean pronto una realidad.
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